septiembre 24, 2013

2003: Cuando filmaron Troya en Los Cabos.

   En realidad en el mundo las cosas nunca han estado bien, esto en términos de paz. Cuando no es una guerra interna, es una guerra entre dos naciones o entre varias. En esto que llevamos del siglo XXI y la última década del XX, los conflictos internacionales se han centrado en el Oriente Medio. Esta fue la razón por la cual, de pronto, cuando estábamos a mitad del 2003 nos llegó la noticia de que, la filmación de la película Troya, encabezada por Brad Pitt, se haría en Los Cabos. En realidad se continuaría, pues la película llevaba ya varios meses de filmación en la isla mediterránea de Malta pero, ante las amenazas de posibles sabotajes, los productores buscaron un escenario alterno, que fuera parecido al de Malta para continuar la filmación, fue así que nos llegó la noticia: "la filmación de Troya se hará en Los Cabos".

   Y, al modo, comenzaron las especulaciones. Que si se hospedarán en tal o cual lugar, que si la derrama económica, que si el cattering, que si los servicios de transportación, en fin, los rumores fueron muchos y la realidad fue otra. El cuerpo mexicano, la fisonomía, no encuadraba en el tema de una guerra mediterránea, por lo tanto las docenas de cabeños que se veían ya triunfando en Hollywood pasarían no a un segundo, sino a un tercer o cuarto plano para que, en pantalla, atrás de las estrellas, aparecieran los búlgaros.

   Una noche, casi madrugada, la paz de San José se rompió ante el estruendo de los motores de un avión no del todo común en esta parte que aterrizaba, era, dicen, de bandera rusa, los pasajeros, todos hombres, habían sido contratados -dicen- en los varios gimnasios de Sofía, se requerían  rasgos entre mediterráneos y árabes, se requería de cuerpos atléticos, preferiblemente desarrollados, y se requeriría de intérpretes pues los 350 extras que llegaron en ese avión a pasar tres meses en el calor del verano cabeño, hablaban solamente su lengua: el búlgaro.

   En un pretendido Infonavit con vista al mar, por el rumbo del Da' Giorgios, que un año antes fue convertido en bunker de la PFP para hospedar a más de dos centenas de agentes de seguridad que para APEC llegaron, esta vez, el lugar fue acondicionado para albergar a todos los extras búlgaros. El sitio fue transformado, además de dormitorio, en gimnasio para que los búlgaros siguieran con sus rutinas calistécnicas. Mientras, en un lugar de El Pedregal, se alistaba una residencia con vista espectacular para que allí viviera la estrella de la película. Mientras que la truppè, es decir, el equipo técnico de filmación se alojara, -si mal no recuerdo- en el Villas del Palmar, cuando éste hotel tenía solamente dos fases construidas.

   Dos amigos y, al menos, cinco conocidos participaron como extras, todos se quejaban de cosas que uno no imagina puedan suceder en este tipo de actividades, una de las quejas era que el atrezzo, es decir los disfraces que tenían que usar eran hechos de plástico y, a los 40 grados de temperatura reinante en las dunas del Faro Viejo los volvían insoportables; luego vendría la queja mayor: Por exigencias de la producción todos los extras deberían usar un tipo determinado de calzoncillo, el cual la propia productora proporcionaba, solo que, -eso me lo contaron- los calzoncillos no eran lavados y al día siguiente tenían que tomarlo de una montón que se acumulaba al terminar cada día de filmación... luego vendrían los problemas económicos.

   Recuerdo que, todas las tardes, al pasar frente al Da Giorgios había un montón de búlgaros pidiendo aventón para ir a Cabo San Lucas, luego me enteré de que en el Squid Roe, sitio en el que no se cobra la entrada, implementaron una cuota "búlgara" pues estos jóvenes se pasaban largas horas en el local y no consumían, poniendo en práctica aquello de que "business are business". En la marina se veían montones de ellos en pláticas imposibles de entender pues su legua no es nada accesible. De pronto sucedió que ellos organizaron una especie de bloqueo, por si no fuera suficiente con los absurdos bloqueos de taxistas, ahora sucedería uno de búlgaros que se quejaban del mal trato que recibían y, sobre todo, de lo poco que les pagaban. Me dijeron, insisto, me lo dijeron, yo no lo vi; que ellos venían contratados con una suma determinada, pero que estando aquí les comenzaron a aplicar descuentos por alimentos, por alojamiento, por transporte... al final recibían la mitad de lo prometido.

   Más las cosas no terminaron allí. Sucedió que, como todavía no estaba totalmente declarado el cambio climático, en Los Cabos los huracanes se iban alternando, esta vez tocaba uno, y le tocó justo cuando estaban los días de filmación, así que, debieron ser suspendidas. Dicen -insisto, dicen- que el tiempo se aprovechó para hacer filmaciones interiores, en los improvisados estudios que -dicen- había en uno de los hoteles de la zona.

  Sabemos de sobra que el cine tiene una magia, esa magia no es tal, esa pretendida magia no es otra cosa que las nuevas tecnologías y la digitalización, así que, de lo filmado en Malta y en Los Cabos, se procedió a la post-producción y el producto salió al mercado: la nueva película de Brad Pitt que recaudó un montón de millones de dólares. Los búlgaros se fueron, creo que dos de ellos dejaron descendencia -eso también me lo dijeron- los estudios se desmontaron, las dunas del Faro Viejo, como el ejido las había cerrado, dado que las rentaron para la filmación, no volverían a ser usadas por los tours en cuatrimoto, estos se tendrían que ir a Migriño y, las dunas serían vendidas a una prestigiosa cadena hotelera que construiría luego casas, campo de golf, un hotel y el panorama de Los Cabos cambiaría. Troya se volvió solo una anécdota para todos quienes vivimos ese tiempo en ese lugar.

 La magia de la digitalización...

 La post-producción, ni en Malta, ni en Los Cabos, ni en Hollywood, en Italia.

 Y ahora, los turistas cuando postean sus  fotos en los varios sitios anotan "aquí se filmó Troya".


Los Extras Mexicanos:






2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Si tienes fotos y las quieres compartir, las puedo incluir aquí, me encuentras en Facebook como El Bable de Benjamín Arredondo. Gracias.

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